La miel

Sin duda, la miel es el producto más conocido y utilizado de entre los procedentes de las abejas, gracias a sus excelentes propiedades y valor nutritivo.

 

La miel es un producto alimenticio producido por las abejas melíferas, a partir del néctar de las flores, o de las secreciones procedentes de las partes vivas de las plantas, que las abejas transforman al combinarlas con sustancias específicas propias, que luego almacenan y deja madurar en los paneles de las colmenas. Este producto puede ser fluido, espeso o cristalino. 

¿Qué nos aporta, además, que la miel sea ecológica?

Las abejas recolectan el néctar de las flores que circundan un radio de 1,5 a 2 kms, pero el emplazamiento viene impuesto por la voluntad del apicultor, que en el caso de que sea ecológico, elegirá zonas alejadas de la contaminación atmosférica, de fábricas, de cultivos donde se empleen productos químicos y donde exista agua limpia. El resultado es una miel muy natural y cuidada. Y que por supuesto habrá pasado los numerosos controles del estamento regulador de la región donde se produzca la miel. 

La miel, al igual que otros endulzantes naturales como el sirope, la melaza o el jarabe de arce, se prefieren siempre al azúcar, sea este blanco o moreno, por ser su composición y propiedades más completas y beneficiosas para la salud.

 

Contiene fructosa, aminoácidos, minerales, ácidos orgánicos, enzimas e inhibinas, unas sustancias de carácter antibiótico.

 

También es un gran reconstituyente gracias a su alto contenido en vitaminas A, E, K, C, B1, B2, a diversos fermentos y a otros elementos vitalizadotes. Es dulce, nutritiva, y como ya señalábamos, más saludable que el azúcar.

 

 

No todas las mieles son iguales, y variarán, no sólo en su sabor, sino también en sus beneficios para la salud, según las flores de las que procedan.

Propiedades según el tipo de miel

Miel de Tomillo:

Color rojizo y sabor fuerte. Recomendada para catarros y problemas de vías respiratorias en general, así como de garganta. Estimula las funciones digestivas y ayuda a combatir el agotamiento físico y mental. Contribuye a regular la menstruación.

 

Miel de Espliego:

Color oro. Buena para los resfriados, para depresiones y debilidad en general. Rica en hierro. Calma la tos y molestias de la garganta.

 

Miel del Bosque:

Color negro en estado líquido, y color castaño al solidificar. Recomendada para anemias. Buenos efectos contra diarreas. 

Miel de Brezo:

Color rojo, aromática y sabor fuerte. Recomendada para reforzar el corazón y el riñón, así como para combatir la anemia. Posee propiedades desinfectantes, diuréticas y antirreumáticas.

 

Miel de Romero:

Color ámbar, blanca cuando cristaliza. Da energía, y es antirreumática. Buena para aliviar la inflamación hepática. Es un buen tónico para convalecientes.

 

Miel Milflores:

De color claro y suave. Es digestiva, antiséptica, regenerador sanguíneo y de un gran valor nutritivo.

 

Miel de Tilo y Azahar:

Son eficaces para curar el insomnio, el estrés y la ansiedad. Por esta razón es tradicional tomar un vaso de leche endulzado con este tipo de mieles antes de irse a dormir.